Mi principal temor cuando comencé a teletrabajar hace años era si rendiría lo suficiente, y el segundo los problemas de conectividad que pudiera tener.
En lo que se refiere al rendimiento rápidamente me di cuenta de que era mucho mayor en casa que en la oficina… ¿Cómo está resultando para ti? ¿Te despistas a la primera de cambio, con la televisión, los niños, la nevera en la que buscas algo que picar…? En mi caso, desde el primer día, me plantee comportarme en mi casa como si estuviera en la oficina, porque realmente es así. Creo que ese es el verdadero desafío para teletrabajar con éxito.
- Establecer una rutina y encontrar el equilibrio entre la vida profesional y personal. Para eso lo mejor es marcarte un horario de trabajo, intentando ajustarlo al máximo posible a tus ritmos y necesidades. Al fin y al cabo, esa es la mayor ventaja de trabajar en casa, eres tú quien decide tus horarios y tus ritmos de trabajo.
- Si no eres freelander y tu trabajo se desarrolla habitualmente en equipo (como lo era en mi caso), es importante que por lo menos el 50% de tu jornada laboral en casa coincida con la del resto de tus compañeros de equipo, ya estén en la oficina o también en sus casas. Ese será el intervalo en el que tendrás que agendar y consensuar con tus colegas las reuniones de equipo. Crea un repositorio de información al que todos los miembros del equipo puedan tener acceso y mantén una sala de videoconferencia que siempre esté abierta durante el tiempo consensuado para establecer una comunicación constante y dar una sensación de colectividad, aun en la distancia.
- Si tienes hijos no importa, los niños entienden rápidamente que su papa o mama están trabajando. Simplemente explícaselo, y dales alternativas para que durante tu jornada laboral ellos también tengan actividades alternativas. Evidentemente cuando hay colegio todo se simplifica, pero en épocas en las que no es así (ahora con el coronavirus o en periodos de vacaciones escolares) hay que organizarse entre los miembros de la familia para cuidar de los más pequeños. Aquí cobra especial importancia el marcarse un horario de trabajo, porque de esta manera los niños saben que cuando papa o mama terminen de trabajar tendrán tiempo para dedicárselo a ellos y no tendrán la necesidad de estar interrumpiéndonos continuamente.
Esta es la teoría, pero ahora vienen las cosas prácticas de la vida cotidiana, esas que nos hacen despistarnos continuamente y sentirnos desconcentrados……. veamos los errores que nos pueden hacer fracasar en la nueva aventura del teletrabajo.

Pausas que se alargan demasiado
Sucede que, de repente, actividades como poner la lavadora y tender la colada se convierten en grandes atractivos cuando, en realidad, son enemigos acérrimos de la concentración. Al igual que te has pautado la jornada laboral pauta también los descansos; hazte a la idea de que ahora el café que tomabas a las 10 puede ser el tiempo de supervisar como van los deberes de los niños…. pero al igual que en tu oficina, ha de tener un límite de tiempo y no debería de exceder los 15 minutos.
La importancia de levantar la mirada de la pantalla de vez en cuando
Eso evitara fatiga visual. La ventaja ahora es que cuando mires más allá de tu ordenador estarás rodeado de las cosas que amas. Piensa en ello y agradécelo… ¡y luego no olvides ponerte a trabajar de nuevo!
Es recomendable hacer lo posible por aprovechar la luz natural
Aun cuando no se tiene más opción que la de un patio de luces, la ventana es un punto cardinal básico. Si puedes, orienta la mesa de forma que tu mano dominante quede más alejada de la ventana. O sea, si eres diestro procura dejar la ventana a tu izquierda, así conseguirás evitar que haga sombra sobre el papel cuando estés escribiendo con ella. En caso de necesitar luz artificial, lo ideal es la iluminación desde el techo y centrada sobre el plano de trabajo. El color óptimo de la luz es blanco neutro, evita en todo lo posible las iluminaciones cálidas de las bombillas de toda la vida.
En cuanto a tu mesa y silla de trabajo…
La pantalla debe situarse a una distancia de entre 45 y 50 centímetros, ligeramente por debajo de los ojos, y que las muñecas deben apoyarse en la mesa con los codos en ángulo de 90º (y, con todo, viene bien hacer ejercicios para contrarrestar el efecto de pasar el día sentados). Hemos de procurar apoyar siempre los pies en el suelo, con las rodillas ligeramente por debajo de las caderas para no acumular tensión en el psoas ilíaco. Si no te llegan bien, hazte con un reposapiés o improvisa uno con cajas o libros viejos.
Espero que estos consejos os ayuden, y os animo a que leáis el artículo sobre como montar la oficina en casa, que es la base del éxito para el teletrabajo. Yo soy de las que pienso que es muy importante el entorno en el que vivimos y desarrollamos nuestras actividades principales, ¡dediquemos un tiempo a preparar nuestro entorno laboral y tendremos parte del éxito por adelantado!!
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